19 mar 2011

Tiempo en estado líquido

Entre las vías sólo pudo escuchar el rudo estremecer del que, a su lado, rugía como un león herido. Su eco le ensordecía lento. La sangre le enrarecía las ideas, le emborrachaba, le manchaba el pecho. Los hilos con los que le habían estado moviendo se le debieron caer a alguien y estaban anudados a algún tren que no paraba. Sin salidas de emergencia. Y eso que la velocidad nunca fue su fuerte.

Su única forma de salir de la corriente era la misma que otras veces, cuando se le perdían los papeles, le había salvado cuando nadie hubiera apostado nada por ello. Ni siquiera ella misma.
Tenía tantos latidos apretándola por dentro y el miedo derramado por el suelo.

Nunca había estado acostada sobre un charco de tiempo.

Esto es Absolutamente Genial.

Extracto de la película "El lado oscuro del corazón"

No te salves, Mario Benedetti