21 jun 2012

Amor de vagón

Se miraban cómplices, como si sólo fuera uno. Como si en el medio de ambas imágenes, distintas, pertenecientes a uno solo, la única barrera fuera un espejo intangible, invisible a cualquier mortal (estándar).

Cuarenta años asistiendo en solitario a sus (mismos) trucos de magia en público, y conservaba intacta la emoción primera.

Adolescentes tardíos que rezumaban pasiones efervescentes, se contagiaban virales, infantiles, intensas, al resto del vagón.

Al bajarse, la sensación general era de un calor indescriptible, extraño; y las hormonas, por las nubes.

Esto es Absolutamente Genial.

Extracto de la película "El lado oscuro del corazón"

No te salves, Mario Benedetti